sábado, 22 de febrero de 2014

Actividad 3: Sobreabundancia de información.

Explica y reflexiona sobre el problema de la sobreabundancia de información. Para ello:
  1. Selecciona al menos dos fuentes distintas que consideres que definen y describen adecuadamente el tema.
  2. Explicar por qué has seleccionado las fuentes anteriores.
  3. Expón tus conclusiones sobre la sobreabundancia de información. 

Las dos fuentes que he usado son:

La primera fuente es un artículo del periódico “el País”. El nombre del artículo es: “Ignacio Ramonet alerta en Valencia del peligro de la sobreabundancia de la información para la democracia”.
He elegido este artículo especialmente por la fecha en la que fue publicado. Es un artículo del 31 de Mayo de 1998 y sin embargo lo que dice no está tan alejado de la realidad actual. Quizás es demasiado corto pero creo que es importante destacar como hace más de 15 años ya se  preveían los posibles problemas que la sobreabundancia de información traería consigo. Además, analizando los problemas de la sobreabundancia de información, no creo que un artículo corto sea sinónimo de mala información.

La  segunda fuente es un enlace que nos permite acceder a un documento (nombrado en la posterior referencia bibliográfica) recuperado mediante la base de datos ISOC (Internet Society).
Este documento me parece muy interesante porque se centra en las estrategias de aprendizaje de los alumnos. Se habla de la famosa competencia de “aprender a aprender” y de cómo podemos conseguirlo. Es un artículo en el que la sobreabundancia de información se tiene en cuenta y por eso se enfatiza tanto la necesidad de que cada alumno sea capaz de aprender estrategias de aprendizaje. 
También lo he elegido porque la sobreabundancia de información afecta muy directamente al periodismo y a los medios de comunicación, y de ello he encontrado otros documentos y páginas web (no menos interesantes). Sin embargo, este se centra más en el ámbito educativo que quizás es el que nos interese conocer mejor.
Este documento habla mucho acerca de las estrategias de aprendizaje, pero no me centraré tanto en eso ahora. Aun así, la lectura del documento puede ayudarte a conocer mucho más sobre ese aspecto tan importante de la educación.


Las conclusiones que yo saco después de haber utilizado estas dos fuentes puede que sean mejor entendidas si se visitan esos dos enlaces. Lógicamente, no son de lectura obligatoria, pero sin duda, personalmente sí que los recomiendo.





Conclusiones

“La información lo inunda todo de manera descontextualizada. La acumulación de noticias impide la reflexión y la asimilación de los hechos”, “aunque se dan muchas noticias, se censuran muchas otras” (Ignacio Ramonet, 1998)
Aunque pueda parecer extraño, las palabras que Ignacio Ramonet dijo hace 16 años son perfectamente aplicables a la actualidad. Recibimos noticias de una forma abusiva, vemos telediarios de media hora donde nos cuentan numerosas noticias en 2 minutos.
No somos capaces de analizar, de asumir toda la información que nos llega, y eso sin mencionar toda aquella información que no nos llega. Puede sonar a paradoja pero no lo es. Aún en una sociedad donde la sobreabundancia de información es algo continuo, sigue habiendo información que no llega a nosotros. Intereses, poder, mentiras…da igual el motivo, hay información que se nos oculta, información que tal vez nos interesase, o tal vez no, pero que alguien/es decide/n que es mejor callar.

Vivimos en la sociedad de la información, no en la del conocimiento que es el objetivo. 
Los medios de comunicación de masas y, sobretodo, Internet han originado una sobreabundancia de información, mucha de la cual se filtra y selecciona por intereses nada recomendables.  
Los acelerados cambios que vivimos obligan a una actualización, a la llamada “educación permanente”.
Para llegar a esa sociedad del conocimiento necesitamos saber seleccionar la información adecuada de entre toda la disponible y atender a diversas fuentes para constatar esa información. 

“La información es la materia prima para construir conocimiento, pero éste requiere un esfuerzo añadido” (Bernardo Gargallo, 2012)
En esta línea es esencial el “aprender a aprender”, que no es otra cosa que tener la capacidad para manejar información y poder transformarla en conocimiento mediante procedimientos y estrategias de aprendizaje que engloban 3 dimensiones básicas de la mente humana: voluntad, capacidad y autonomía.
Para lograr esa famosa competencia se relacionan el aprendizaje autorregulado y el estratégico, que pueden aprenderse y enseñarse y que requieren un funcionamiento autónomo y el desarrollo de la responsabilidad.

La sobreabundancia de información nos hace ver más aún que los niños no son capaces de aprender a aprender por ellos mismos, por lo que la enseñanza de estrategias de aprendizaje es algo totalmente necesario. 
Para ello hay distintas alternativas disponibles tanto antes de la universidad como posteriores a ésta, ya que ahí aún sigue habiendo déficits en el aprendizaje autorregulado y en el uso de estrategias de aprendizaje adecuadas.
El profesor tiene un papel esencial en esta labor aunque esto le suponga un esfuerzo añadido y mucho más trabajo del que ya requiere la enseñanza cotidiana. El profesor sirve de guía hasta que los alumnos consiguen interiorizar el procedimiento que después conseguirán usar de una forma automatizada gracias a la práctica.

 “Aprender más para ser más… el horizonte es el pleno desarrollo personal y compromiso cívico, social y político” (Bernardo Gargallo, 2012).
Por último, recordar que la educación debe orientar hacia “lo bueno” porque la sobreabundancia de información que existe puede confundirnos y hacernos creer que todo vale.




Referencias bibliográficas:
-          Bono, F. (1998). Ignacio Ramonet alerta en Valencia del peligro de la sobreabundancia de la información para la democracia. Recuperado el 16 de febrero de 2014, de http://elpais.com/diario/1998/05/31/cvalenciana/896642278_850215.html

-          Gargallo López, B. (2012). Un aprendiz estratégico para una nueva sociedad. Teoría de la Educación: Educación y cultura en la Sociedad de la Información, 13(2), 246-272.

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